domingo, 5 de mayo de 2024

RELAX ANTES DEL GRAN RETO




 


     El escritor se relaja en su cabaña de Alicante antes del gran reto de dirigir el documental "Soledad e Indigencia", su obra primera como director de cine, y quién sabe si la última, si no deja de temblar como un flan sacado del horno.

     Cuando ya estaba terminando su colaboración en la interesante peli de este año de la productora Tus Ojos cuya historia, de ficción, versa también sobre la soledad, su director, Manuel Serrano, le dice: "Oye, Francisco, tú que te sabes tan bien la historia, nos podrías ayudar haciendo un documental de investigación sobre este tema.." "¿Yo...?

     Y con cincuenta kilos de satisfacción y orgullo y otros cincuenta de preocupación y miedo aquí se halla, leyendo para evadirse, a ver si se va de su vista el negro toro.

     Mañana, lunes, tendrá la primera reunión de coordinación con el equipo, piensa decirles, claro es, que este será un trabajo coral y en equipo, nunca mejor dicho, primero porque necesitará aprender de ellos en plan esponja y, segundo, para diluir en lo posible, entre todos, este peso que amenaza  con arquearla la espalda.

     En fin, ¡Dios le coja confesado! En plazas más difíciles ha toreado ya uno, se dice, poniéndose el traje, no sabe si de luces o de carbonero de la mina. Espera salir de esta. Sabrán de esto las próximas semanas.

    Hoy, al menos, le reconforta la gran performance que están haciendo sus dos mayores best sellers en estos momentos: EL Astrónomo y El Donante. En Amazon: rb.gy/voydrg  y https://amzn.to/3BZtNln



Aquí, buscando inspiración y paz en este atardecer bellísimo.

domingo, 28 de abril de 2024

MARRONES Y VIAJES.

 




El escritor, sin comerlo ni beberlo, se halla inmerso en mil marrones que lo rodean por doquier. Su declaración de la renta y de varios miembros de su familia que le piden auxilio, y, sobre todo, la productora Tus Ojos que lo tiene inmerso en el guión de la película de este año que, emulando a la mítica, Tú a Londres, yo a California, se llamará, más modestamente: Tú a Zaragoza, yo a Cascante, haciendo un guiño a las dos regiones  que la subvencionarán. Es una película con una historia muy original, el escritor no descarta llevarla a una próxima novela, que versa sobre la soledad. Esa carencia tan de nuestro tiempo.

Pues bien, si ya el escritor estaba frustrado porque ha tenido que aparcar su novela Regreso al Sauce Curvo, al menos hasta primeros de junio, ahora le pide la productora que si puede echarles una mano con un documental sobre la soledad y la indigencia, precisamente, que acompañará al largometraje. Como el escritor les tuerce el gesto, le aplican la medicina más adecuada en estos casos, es decir, acariciarle el ego. Le ofrecen ser el director del documental. Claro, con la bajada de defensas que le produce este caramelo, aprovechan desde la productora para cerrar el acuerdo. Así que aquí me veo enmarronado hasta las trancas, buscando una salida a mis penurias.

La cual encuentro, como tantas otras veces, soñando con mis próximos viajes: quiero fugarme  unos días a Altea con mi musa,  para reponer fuerzas y acometer el documental, ya tengo solicitadas muchas entrevistas, y el lunes acompañaremos una entrega de bocadillos a indigentes en el centro de Madrid.

A Tus Ojos le he prometido dedicación hasta el 1 de junio. A partir de ahí cambio el chip y me dedicaré a mi novela, con la ilusión de un viaje en junio a Manilva/Sotogrande, necesito ir al Sur todos los años, a un apartamento con unas vistas preciosas sobre el Estrecho y África. Fue nuestra vivienda de vacaciones durante varios años y, ahora, que lo gestiona un hotel, nos sigue reclamando con su luz espectacular y sus recuerdos.

Desde primeros de junio hasta finales de julio, atacaré  a  mi novela Regreso al Sauce Curvo antes de irme con mi familia a un viaje todo ilusión que hemos preparado entre todos, allende los mares. El treinta y cinco aniversario, las bodas de coral que dicen, hay que celebrarlo.

Los viajes, los viajes... Yo he escrito mucho sobre ellos. Rescato este post para la ocasión, con fotos de la subida al faro de El Albir y  de uno de los primeros viajes internacionales con la familia,  fuimos pioneros en aquellos primero cruceros que eran una delicia para ir con niños. Hicimos cuatro casi seguidos. Este fue el segundo, que discurría por Venecia, Croacia y las islas griegas y que, a la postre, me serviría de inspiración para alguno de los capítulos de El día que fuimos dioses, ambientado en esas latitudes.




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VIAJES

Miras por la ventanilla y una alfombra blanca, de espuma, se extiende hasta el infinito. Debajo, el mar, al que sólo intuyes entre los intersticios del suelo de algodón, de nubes.

Miras por la ventanilla. Y encuentras el mundo al revés: con el cielo a tus pies y, encima de ti, nada. Sólo un aire puro y azul que no tiene límites.

Es lo bueno de los viajes, que todo tiene otra perspectiva. Y otra ilusión. Haces, por un tiempo, la vida de los pájaros, que a mí, no sé por qué, me han parecido unos animales siempre contentos, rayando en una deslumbrante alegría...

Tú, a lo mejor, has tenido la suerte de viajar mucho. Ahora vas a New York y aterrizarás a unos palmos del mar, casi surfeando sobre las olas. Y has cruzado de noche por el Ártico, sobre un mundo de iglús y de silencio helado. O sobre las decenas de volcanes de la Isla Blanca de Nueva Zelanda. O justo por encima de la Cordillera Andina. O de los Himalayas. Qué más da.

Viajar, volando o a ras de tierra, es cambiar de realidad, que es lo que hacemos cuando soñamos. Así que en los viajes tú aprovechas para renovar tus sueños. Tus ilusiones. Y los amores que mueven tu existencia.

Aprovechas para cargar las pilas. Para romper las amarras que te atan al día a día, a la cruda realidad. Y elevarte, por un momento, como una cometa una mañana luminosa de domingo. Hasta donde te lleven los vientos y las manos temblorosas, y gozosas, de un niño, que serán tu única brida.

Y, entonces, desde lo alto, todo parece más ligero, más luminoso, mucho mejor. Como el mundo que esperas encontrar cuando llegues. O cuando regreses. Al que tú pintas las esquinas de ese color mágico y dorado que, tú sabes, porque a lo mejor has viajado mucho ya, se irá oxidando, con el paso de los días y cubriéndose de ese moho en el que se acumula la rutina y la inercia.

Pero también sabes, porque lo has sentido tantas veces, que debajo de esa costra grisácea y anodina, duermen los sueños, con sus alas plegadas. Como las mariposas sobre los pétalos de las flores, en la oscuridad de la noche. Esperando que, de nuevo, un día abras las ventanas y todo se llene de luz, de nuevo. La luz que produce un viaje en el horizonte, aunque sea al otro lado de la esquina. Como cuando te llevaba tu padre a las afueras del pueblo y soltabais una cometa. Y se elevaba sobre el cielo. Y el domingo parecía otro. Mucho más largo. Tanto, que el lunes no llegaba nunca, mientras jugabas, una y otra vez, entre las nubes...

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domingo, 21 de abril de 2024

EL DÍA DE LAS PETUNIAS.

 



Todos los años, cuando llega la primavera, el escritor dedica un día a plantar de petunias muchas macetas de su terraza, que él compra en un vivero del barrio donde le conocen desde hace mucho. Unas flores alegres, chisposas, a las que les encanta mirar al sol todo el día, resistentes y llenas de vida.

Al escritor le gustan mucho las flores. Desde niño. Su abuela Marcelina, que estaba con él muy a menudo en sus primeros años, decía a sus padres: "A este niño le chiflan las flores, se queda embelesado mirándolas". Y le sigue ocurriendo todavía. Ha escrito muchas veces que, para él, no hay obra de arte más perfecta que una flor, solo se le acerca el plumaje de algunos pájaros.

Así que el escritor disfruta sacando tiempo en su apretada agenda para dedicárselo al "día de las petunias".

Hoy ha sido ese día. Aquí,  un recuerdo gráfico, una vez terminada ya la faena.



Así que hoy comienza de verdad la primavera para el escritor.¡Por fin!

Repasa lo que ha escrito sobre la primavera y rescata para este post esta entrada que, para él, lo dice todo.


UNA MAÑANA DE PRIMAVERA

 

       De repente: una mañana. Tal vez ha sido por  el tradicional cambio de hora. O, quién sabe por qué. Descorres el visillo que inaugura el mundo  y un torrente de luz alumbra, por primera vez, esas cavernas interiores en las que has  hibernado en los últimos meses.

 

     Te preparas un café y sales a la terraza. Hay un colegio en frente y un griterío de niños reviste de una alegría inocente, extraña,  imparable a los rayos de sol, que te parecen más brillantes que nunca. Dos brochazos de una blancura reluciente,  desafiadora,  llena de íntimo orgullo, parecen salirse del cuadro e inundan tu retina. Son esa pareja de almendros, que exhiben sus galas de fiesta que dormían en el armario. ateridas de frío y que, hoy,  visten de organza, y de espuma, esa esquina del jardín.

 

     Hay dos adolescentes que se besan al sol apoyados en la verja con los ojos cerrados. Y algo en ti, también se emociona y te conmueve: Será el milagro de la primavera. Será ese pálpito que todavía late abriéndose paso, un año más, entre tanta frustración y desesperanza.  Será esa savia nueva o, al menos, renovada, que cura las heridas del cansancio, y de la desazón.  Será esa nueva oportunidad  que nos da la vida de participar en ese coro que llena de estruendo, y de color,  la naturaleza , que nos rodea.

 

     Un pajarillo se posa por un momento en la balaustrada y nuestras miradas se cruzan fugazmente.  Luego, lleno de vivacidad, de gracia, de hermosura, en un escorzo velocísimo se lanza al espacio y me invita, o eso creo yo, a que me deje caer también al vacío, sin frenos y sin paracaídas, para columpiarnos los dos en ese rayo de sol que cruza el aire esta mañana y la llena de la pureza de cuando éramos niños.


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viernes, 12 de abril de 2024

ESTRENO DE "HOY ES TODAVÍA"

 

Acabo de regresar de Zaragoza, del estreno de nuestra peli de este año. Fiesta en familia. Ya nos conocemos casi todos y muchos tenemos relación de amistad. El equipo de la productora Tus Ojos se repite de peli en peli. No todos los miembros, pero sí bastantes.

Cine lleno. La gente se lo pasó bien. La peli, yo no la había visto, refrescante, divertida y motivante. Como de costumbre hice un brevísimo cameo en ella, al inicio. De persona con Alzheimer. ¡Toma ya! ¡Como mi Germán!

Y estuvimos hablando de trabajo. Me traigo muchos deberes. Tenemos que acelerar el guión de la peli que se rodará en verano, que no tiene ni título, para presentarlo a las subvenciones de la tele de Aragón y de las Diputaciones de Aragón y Navarra. Me temo que me queda un finde dándole a la tecla. En el equipo de guión seremos cuatro, Manuel Serrano y yo, que somos los fijos, y otros dos nuevos para esta ocasión. Me gusta más la creación en solitario, claro, pero el cine es un trabajo en equipo.  Me ocupará hasta primeros de junio. Y, a partir de ahí, en cuerpo y alma, a mi novela "Regreso al Sauce Curvo". A ver si tengo el primer borrador, a cinco folios por día, para finales de julio que me voy de viaje. ¡Dios me ayude!

Unas fotos para conservar aquí, como recuerdo, en este diario literario, cinéfilo y personal:


Aquí, el coguionista y figurante.



Con la directora, el productor y los principales actores.



Con mi musa literaria.


Y con mi musa cinematográfica.



Con Laura Sáez, la protagonista absoluta del film. Me gustó. Ya había coincido con ella en el corto Por fin me jubilo, donde hacía de hija mía. 



Con la entrañable Olga Segura, también actriz en esta peli. Y mi mujer, en el corto Por fin me jubilo.



Con la directora, el productor y otros miembros del equipo.



Con familiares del equipo.


Con Manuel Serrano, productor de Tus Ojos.


También me hicieron una entrevista. Pero no tengo el vídeo. Ahí va esta foto, detrás de la cámara.



¡VIVA EL CINE INDEPENDIETE, DIVULGATIVO Y DE VALORES! ¡LO NECESITAMOS!




lunes, 8 de abril de 2024

TREINTA Y CINCO GRAMOS DE ORO.

 


Muchísimas gracias, reina, por estos treinta y cinco años de amor. Soy el hombre más afortunado del mundo.




              Aquel día, cuando empezó todo.


Por ello, he querido rememorar para ti este periodo de tiempo juntos, con un libro que sale hoy: TREINTA Y CINCO GRAMOS DE ORO, cuyo título lo dice todo.




Aquí va el último poema:

Poema 35

 

Tal vez se oxide este poema,

cuando lo cubra el tiempo

de polvo,

 y del olvido, 

que lleva consigo

 

Igual que a los treinta y cuatro 

hermanos

anteriores

que le preceden, 

en este libro.

 

Porque no están hechos de oro.

O, tal vez, sí.

Siempre escritos

para ti

con mucho cariño

 

Solo son el papel regalo,

que envuelve

miles de momentos dichosos 

contigo,

a tu lado.

 

Tantos días

alegres,

que brillan con

tu luz

en el calendario.

 

Sí, tantos instantes

felices

como caben

 en treinta y cinco años 

de amor.

  

Ellos, sí,

gramos de oro,

que no se oxidarán jamás,

fundidos,

eternamente,

                en nuestro anillo

                                    de

   aniversario.                   .

 



Recuerdo cuando brindamos juntos por estos treinta y cinco años de amor.




Me gustaría volverlo a hacer, en un sitio exótico y lejano, con nuestros hijos este verano. ¡Brindaremos por el resto de años que nos queden! ¡Nos lo merecemos!





Un millón de gracias por estos TREINTA Y CINCO AÑOS DE ORO. ¡Ojalá haya muchísimos más juntos! ¡Mil besos! ¡Y muchas felicidades por estas bodas de coral! ¡Siempre a tu lado!




domingo, 7 de abril de 2024

¡¡¡FELIZ CUMPLE, ALI!!!

 

Muchas felicidades, campeona. Qué edad tan bonita, y tan importante. Disfrútala.

Te quería haber hecho un vídeo reportaje contigo en P Claret, como el que te hice en Marbella. (Te lo mando de nuevo, con una niña y una madre tan guapas, encandila a todo el que lo ve https://www.youtube.com/watch?v=_l4gWXXlUqs).  Pero ya sabes, soy muy lento, y casi tan perfeccionista como tú, así que no me ha dado tiempo. Amén que necesito todavía digitalizar muchas películas en súper ocho. 

Porque P Claret se merece un homenaje. Allí naciste y, quién lo iba a decir, ahora es vuestra casa, la vais a dejar como los chorros del oro, tras esa interminable reforma, en la que cuidáis cada detalle, cada rincón de vuestro nuevo hogar. Seréis tan felices como nosotros lo fuimos allí, seguro. Brindaremos hoy por ello, cuando esta tarde nos enseñéis vuestro nidito, aunque ahora parezca Alepo.

Pero, mientras buscaba por mis archivos, he encontrado esto para ti. Yo no había visto estas fotos creo que desde que las hicimos. En aquel viaje maravilloso e inolvidable por Australia y Nueva Zelanda. Yo creo que tú andabas entonces en segundo de carrera. Siempre recordaré cuando, en un paseo por Camberra, me comentaste: "Papá, hay un chico en la uni, nos estamos conociendo..." ...Ahora ya tenéis vuestra casa. Y nosotros tan felices de que aquel piso, de recién casados  en el que vivimos doce años, tan especial para nosotros, donde tuvimos a nuestros dos hijos, acabe en vuestras manos. Qué felicidad.

Vamos con las fotos australianas:



¡Toma ya! ¡Qué chica tan guapa, no me extraña que tu amigo universitario se fijara en ti!



Y esta maravilla, ¿recuerdas?




En el mar de Nueva Zelanda, ¡el lugar más lejano de España!


Pero no me resisto a enviarte estos recuerdos hechos en tu casa:



¡Aquellos papis, embobados con su niña! 

¡Las Natividades!





¡De mamá niñera!



¡De profe, que siempre se te dio bien! En aquel salón que  quedará en nuestra memoria.


¡Muchas felicidades, Ali! ¡No sabes cuánto te queremos!